Educación personalizada

El colegio La Cantera concibe a  cada uno de sus estudiantes como  una persona  diferente, única e irrepetible,  dotada  de    potencialidades y talentos por desarrollar y de imperfecciones que superar.

 ATENDER LA DIVERSIDAD

La singularidad de cada estudiante se manifiesta en los  diferentes ritmos de aprendizaje, los intereses, capacidades y formas  de reaccionar frente a los  estímulos, en cuando responden a una propia y peculiar historia y contingencia.

Una educación centrada en la persona, implica el reconocimiento de las diferencias individuales como capacidades, habilidades, sentimientos, motivaciones, intereses, a lo cual el currículo del Colegio responde presentando una serie de posibilidades que satisfagan el crecimiento de cada persona y que atendiendo el aspecto individual, no descuide tampoco el contexto social donde esa persona se desarrolla.

Desde esta perspectiva nuestra acción educativa favorece que los alumnos y alumnas puedan trabajar por sí mismo y asumir un rol activo frente al proceso educativo, indagando, buscando, investigando, evitándole ayudas innecesarias.

AMBIENTE PARA EL APRENDIZAJE

El ambiente escolar también juega un rol preponderante en el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Fomentamos un  ambiente estimulador que incita a la curiosidad, al interés por descubrir y aprender. Un ambiente sereno en que el alumno logra concentrarse y trabajar en forma creativa, donde cada estudiante, acuerdo a su propia realidad “puede tomarse     el tiempo» necesario para asimilar los estímulos de modo que el aprendizaje sea real, se relacione la información y finalmente haya desarrollo y aprendizaje.

Un ambiente  de acogida y afecto, de modo de favorecer la seguridad personal, que incide en el proceso de aprendizaje de los jóvenes y niños. Esta seguridad también está dada por la programación que mantiene un orden lógico de los objetivos y contenidos y también un orden psicológico que hace posible que los aprendizajes fluyan sin presentar dificultades más allá de las posibilidades de reacción de los estudiantes, evitando así frustraciones innecesarias; En este sentido el  docente cumple un rol preponderante en tanto regula al estudiante y lo apoya basándose en un profundo conocimiento de cada uno de ellos y ellas.

Este currículo parte del supuesto que es el alumno el centro de todo el quehacer educativo.

APRENDER EN COMUNIDAD

Si bien  entendemos a cada persona como protagonista de su propio aprendizaje, comprobamos que este proceso de crecimiento y  de desarrollo personal, es más efectivo dentro de un grupo, fomentando  la apertura hacia las otras personas y a la comunidad.

Pedagógicamente esto es asumido a través de un ambiente educativo que se transforma en una Comunidad Educativa en que tanto padres, alumnos, docentes, trabajadores y comunidad circundante cumplen un rol educativo aportando, cada una, desde su propia perspectiva y competencia.

El trabajo en grupo y trabajo de equipo son otras maneras de asumir este principio en el quehacer pedagógico, es a través del trabajo en equipo tanto de los docentes como de los alumnos la manera de vivenciar la vida de comunidad, aportando cada una en función de sus propias fortalezas o talentos, y recibiendo de otros de manera de enriquecer el propio trabajo.