Proyecto La Cantera

El proyecto educativo del colegio va en línea con una educación personalizada, y considera tres componentes de la comunidad escolar: el alumno, la familia y los educadores, tanto profesores como administrativos.

El alumno que buscamos formar es:

– Una persona que desarrolla su propia voluntad, siendo capaz de asumir compromisos. Capaz de decir «SI», pero también de decir «NO».

– Capaz de escuchar a los demás, buscando afanosamente la verdad, pero sin sentirse dueño de ella.

– Una persona que tenga un proyecto de vida propio, que le permita desarrollarse en la vida de forma autónoma.

– Con capacidad para jugarse por objetivos importantes, descubriendo siempre la motivación en las cosas que hace, dejando de lado “latas” y superando las dificultades con alegría.

– Abierto al diálogo, acogiendo a aquellos que no piensan como él, tolerante y sencillo en el planteamiento de sus puntos de vista.

– Solidario, asumiendo un modo de vida que contempla el uso de los bienes materiales en forma humilde y siempre al servicio de los demás, dejando de lado ostentaciones y manifestaciones de superioridad sobre cualquier ser humano.

– Abierto a la crítica, asumiendo como punto de partida la autocrítica, que reconoce sus potencialidades tanto como sus defectos o insuficiencias, y abierto al cambio.

Equilibrado en el ámbito afectivo, capaz de establecer relaciones personales y sociales profundas y duraderas.

– Especialmente abierto a la trascendencia, buscando en Jesucristo un modelo para desarrollar la vida.

Abierto al estudio, descubriendo la necesidad de crecer en el ámbito intelectual más allá de la búsqueda de una calificación.

La familia que integra el Colegio La Cantera es:

– Comprometida con el proceso formativo de sus hijos, apoyando sin imponer, acompañando en forma permanente la vida escolar de los alumnos y participando adecuadamente en la Comunidad Escolar.

Abierta a la vivencia de la fe, y respetuosa de la Misión del Colegio.

– Generadora en su seno de un ambiente de estabilidad emocional que favorezca la afectividad, promoviendo01 manifestaciones de amor y cariño en su interior y con personas ajenas a ellas.

– Con clara conciencia de su rol como primera formadora y educadora de sus hijos.

Estimuladora permanente del desarrollo de la libertad personal de cada uno de sus miembros, en el marco del respeto por las normas establecidas y aceptadas, evitando el “dejar hacer” y el autoritarismo como forma de vida familiar.

– Comprometida con los valores del humanismo cristiano.

Abierta al cambio, creativa y en permanente búsqueda de caminos para la vida integral.

El Educador del Colegio La Cantera es:

– Académicamente bien preparado, domina sus materias con seguridad, utiliza criterios de evaluación que respeten los ritmos y las capacidades personales de los alumnos.

– Exigente y a la vez afectivo y cálido, siendo capaz de establecer y hacer respetar normas claras y límites precisos, acompañando con mucho cariño el desarrollo de sus alumnos, acogiendo sus requerimientos y necesidades afectivas.

– Debe acompañar y favorecer el crecimiento de los demás, antes que aparecer como un erudito que conoce todas las respuestas y es dueño de la verdad.

– Un verdadero guía y facilitador en el proceso educativo del alumno.

– Creativo, en constante búsqueda de nuevos modos de ejercer un rol formador y pedagógico, procurando un permanente perfeccionamiento de su ser como profesor, tanto en el ámbito de su propia disciplina como en el rol amplio de pedagogo.

– Coherente en el discurso y su práctica. Constituyéndose en testimonio y modelo para los alumnos que busca formar.

Abierto a la búsqueda personal de la fe. Debe procurar en su interioridad la síntesis fe-cultura, para constituirse en un acompañante y modelo para sus alumnos también en este ámbito.

– Capaz de trabajar en equipo, abierto a la crítica, aportando sus capacidades en pro del logro de las metas establecidas en este mismo proyecto.